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La creencia de que en los meses de invierno hay que quedarse encerrados en la casa para no resfriarse o lesionarse haciendo algún deporte es un mito que se debe erradicar. ¿Por qué? Porque el frío no es excusa para moverte, aunque sí se deben tener en consideración algunos resguardos.
Y dentro de estos resguardos debes tener claro que los músculos tardan más tiempo en calentarse, por ende, el riesgo de sufrir una lesión es mayor. Por otra parte, respirar el aire helado podría provocar irritación en las vías respiratorias.
Dicho lo anterior, el jefe médico de Help, Dr. Ney Tello, asegura que realizar deporte con frío “ayuda a mantener la salud cardiovascular, mejora la función inmunológica, reduce el estrés y la ansiedad, y ayuda a mantener un peso saludable”.
Sin embargo, es importante tomar precauciones para evitar lesiones o enfermedades relacionadas. Por eso, en esta nota te daremos algunos consejos para que sigas haciendo ejercicio aunque las temperaturas sean bajas.
Ropa adecuada ¡La clave es usar capas!
No hagas ejercicio sin antes calentar los músculos. Con el frío, los músculos se tensan y el riesgo de lesionarse es mayor. Por eso, antes de realizar cualquier ejercicio de alto impacto, realiza un calentamiento progresivo por al menos 15 minutos. Lo ideal es que comiences moviendo las articulaciones (hombros, rodillas, tobillos) y luego haciendo ejercicios como sentadillas o pequeños saltos.
En caso de que la temperatura sea bajo los 0°, es recomendable hacer ejercicio en
interiores. De preferencia, hazlo en horarios más cálidos como al mediodía.
Hidratación
¡Es importantísimo mantenerse hidratado! Con el frío no se siente tanta sed, pero recuerda que al hacer ejercicio igualmente se pierde líquido. Procura siempre llevar tu botella con agua y tomar antes, durante y después del ejercicio.
¿Algún beneficio de hacer deporte con frío? ¡Por supuesto! El frío aumenta la quema de
calorías debido a que el cuerpo trabaja mucho más para mantenerse con la temperatura
idónea. Así que ya sabes, ¡NO tienes excusas!